La tradición de Ángeles Somos empezó a vivirse en las calles capitalinas. En la jornada de ayer, jardineritos del Colegio Santa Teresita del Niño Jesús recorrieron las oficinas públicas que rodean la plaza 25 de Mayo y también fueron recibidos en Casa de Gobierno por el ministro de Coordinación, Miguel Olivieri, quien cumplió con la tradicional entrega de golosinas y bebidas para los angelitos que alegraron la mañana con sus canciones.

Por la celebración de Ángeles Somos se realizan distintas actividades en toda la provincia en el marco de esta importante fecha de la feligresía católica. El objetivo es conmemorar el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, y para ello los niños de distintas comunidades religiosas se disfrazarán de ángeles.

En cada parroquia y en cada barrio, la festividad se desarrolla de forma distinta. Sin embargo, comparten características: los participantes realizan una caminata vestidos de blanco e intercambian obsequios y bendiciones con los vecinos.
Los pequeños angelitos quedaron maravillados al entrar a la Casa de Gobierno y recorrer la hasta ingresar al Salón Amarillo donde los recibió el ministro Olivieri, quien, en contacto con época, resaltó: "Es el segundo año consecutivo que nos toca recibir a los chicos".

"Estamos muy felices porque además de toda su inocencia, su bendición y visitar la Casa de Gobierno es muy emotivo para ellos y nos entregaban sus bendiciones", destacó el titular de la cartera de Coordinación, quien aseveró que "la tradición de Ángeles Somos es la que tenemos que llevar a toda la provincia".

¿Qué es Ángeles Somos?

Vale recordar que la tradición es conocida como Ángeles Somos, cuyo origen se remonta a las épocas de la hispanidad y no existe fecha precisa que se conozca, pues se trata de una expresión popular de tradición oral y vivencial.

Esta tradición originaria de España llegó a Cartagena de Indias gracias a los colonizadores, para ese entonces el papa Bonifacio IV tomó la decisión de trasladar el Día de los Santos al primero de noviembre.

Si bien en localidades pequeñas todavía se conserva, en Corrientes se volvió a implantar la emoción que les produce a los pequeños la llegada del 1 de noviembre.

Fuente: diario Época