Quiero expresarles mis sentimientos, los cuales se ven invadidos de tristeza por los hechos que de un tiempo a esta parte vienen ocurriendo con los vecinos de nuestra colonia, desde aquellos comportamientos y acciones que son difíciles de entender y lamentablemente como única vía de escape, ya sea del dolor físico o emocional nos arranca un ser querido .
Es tiempo de repensar qué nos está ocurriendo como sociedad , del porqué reaccionamos con decisiones drásticas, de la indiferencia y la falta de empatía que a veces manifestamos como conducta entre nosotros mismos, de no poder construir juntos un presente y futuro mejor para nuestros hijos. Causamos dolor en nuestros semejantes al expresarnos mediante un dedo acusador en lugar de abrir nuestros corazones.
Los que nos está sucediendo es responsabilidad de todos, no es hora de echar culpas a nadie, pero de una vez por todas entender que debemos fortalecer los vínculos afectivos y de contención en las casas de cada uno, en las escuelas, en la iglesia y en el ámbito que se desarrollan nuestros hijos y la familia, debemos estar cerca, apoyar y dejarnos de lastimar con comentarios agresivos y aprender incluso a escuchar los silencios de quienes que están transitando una situación en particular.
Somos responsables desde cada núcleo de esta sociedad, asumamos que tenemos problemas, para poder recibir ayuda, porque ya no tenemos hechos aislados, se están tornando más habituales y el mensaje que están recibiendo nuestros niños no es bueno, por eso también creo que es un tiempo donde tenemos que estar más unidos, ser más solidarios, hermanados en una comunidad pequeña que tiene que ayudarse entre sí y acercarse a Dios, el mismo Dios que nos abraza a través de la religión que sea... orando, rezando o hablando con Él, y que aquel o aquellos que necesitan ser escuchados, orientados y acompañados sepan que no están solos.
No quiero mas escuchar ese viejo refrán que dice que “Pueblo chico infierno grande”, quiero que cambiemos esa frase por la de "Pueblo chico , pero de corazón muy grande".
Es necesario un cambio cultural y definitorio en nuestras conductas, donde la prioridad tiene que ser el otro y donde debemos movernos de mano de la hermandad y la solidaridad , donde la integración le gane a la crítica maliciosa, al resentimiento, donde entendamos que el diálogo en cada hogar va de la mano con el trabajo, el estudio, el deporte, son pilares en nuestra formación integral y eso se refleja en la conducta en sociedad.
No deseo ver más odios, críticas, dedos acusadores, quiero y deseo un compromiso de todos, de honrar y trabajar por ser mejores personas, de dejar un legado a nuestros niños y de abrazarnos todos para ser una comunidad que aprende día a día, que trabaja y estudia , que apoya a todos sus hijos.
Es tiempo de ser valientes, aunque duela sincerar el alma. No vinimos a este mundo a ser perfectos. Intentemos ponernos en el zapato del otro. Solo así podremos crecer y sabremos contenernos. No hay cielo sin tormentas, pero luchemos juntos por el milagro de la vida.
Los abrazos con el corazón, pidiendo a Dios una Santa Resignación para las familias que están pasando por tan difícil momento, y dónde la comunidad toda siente la tristeza de estás irreparables pérdidas!!


11 de mayo - 4 SOLES II
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10 de mayo - DEL ESTE 1
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